En la cumbre de Río de 1992, la comunidad internacional adoptó medidas importantes sobre cómo los preciados recursos de nuestro planeta deberían ser compartidos equitativamente y protegidos por las generaciones presentes y futuras.

A pesar de los logros conseguidos durante las dos últimas décadas, todavía estamos muy lejos de una vía verdaderamente sostenible. Nuevas acciones son necesarias con urgencia para reorientar a los actores internacionales en dirección a las promesas realizadas en la cumbre.

Turismo y desarrollo sostenible

El turismo es visto frecuentemente como una alternativa más respetuosa con el medio ambiente en comparación con otros sectores como la minería o la industria. Dentro de los debates de la “economía verde”, el turismo internacional ha sido identificado como uno de los diez sectores que puede impulsar un desarrollo sostenible e inclusivo. Pero los testimonios desde los destinos turísticos muestran que a nivel local a menudo se lleva a cabo un desarrollo turístico insostenible, socavando el progreso real hacia los objetivos declarados de la “economía verde”. Se necesitan mecanismos más estrictos de seguimiento, supervisión y regulación.

La revista de investigación y comunicación para el desarrollo «Alba Sud», reflexiona sobre estas cuestiones en un especial sobre el turismo en el proceso de Río. Según el artículo publicado en esa revista, «Más allá del maquillaje verde«, la  Organización Mundial del Turismo (OMT), entre otros, sostiene que, debido a su carácter transversal, el turismo puede “abordar un amplio abanico de temas prioritarios como energía, agua, océanos, empleos verdes, ciudades sostenibles, agricultura sostenible y seguridad alimentaria, reducción del riesgo de desastres e inversión en salud, educación, juventud, igualdad de género y autonomía de la mujer”. Sin embargo, el desarrollo actual del turismo mina con frecuencia el progreso en estas áreas. El paradigma actual de crecimiento planteado por la OMT es incompatible con la sostenibilidad real.

La “economía verde” es un concepto que se centra en invertir en la ei ciencia de la energía y recursos, pero deja de lado los problemas estructurales fundamentales de la igualdad mundial y el desarrollo humano.

Los principales desafíos

La publicación “Más allá del maquillaje verde: Reflexiones sobre el Turismo en el proceso de Río” pone al turismo en el contexto de los temas de Río+20 como la “economía verde” y la gobernanza. Aspira a aumentar la conciencia sobre los desafíos que genera el crecimiento  turístico y a fomentar la rel exión y el debate. El documento destaca los principales desafíos para la sostenibilidad que deberían ser abordados en relación al turismo en el proceso de Río. Los estudios de caso y los análisis se enfocan en los Derechos Humanos y los desafíos de la gobernanza.

Los autores, originarios de diferentes partes del mundo, nos previenen sobre las soluciones fáciles, tales como la “economía verde” y el “turismo pro-pobre” (PPT). En el contexto del paradigma de la “economía verde” deben ser abordadas cuestiones como la asignación de los recursos, el derecho a los recursos y el acceso a los procesos de gobernanza. El concepto de “turismo pro-pobre” (PPT) asume que cualquier tipo de turismo que tenga cualquier tipo de beneficio para los pobres es adecuado para el desarrollo. 

Las comunidades que se encuentran en áreas turísticas, particularmente las comunidades con escasos medios  económicos, no deberían asumir los costes de satisfacer  las necesidades y demandas turísticas. El desarrollo turístico no debería poner las demandas de  los turistas y de la industria turística por encima de las necesidades y medios de vida de las comunidades locales.

Las comunidades indígenas son a menudo apartadas de la naturaleza y de sus recursos naturales en nombre del turismo y la conservación. La conversión de los recursos naturales y la biodiversidad en producto de consumo masivo para el turismo acelera este proceso. Las principales partes implicadas en este negocio son los grandes grupos conservacionistas, instituciones financieras internacionales, donantes y agencias estatales.

Comunidad participativa

En el ámbito más popular, la participación de las comunidades locales es una condición imprescindible para desarrollo sostenible. La participación va más allá de los puestos de trabajo y los ingresos. Tiene que ver, sobre todo, con la propiedad y el control del proceso de decisión sobre los asuntos que les afectan sus vidas.

Perspectivas

La industria del turismo de masas representa un serio obstáculo para crear un mundo sostenible, donde las demandas de las comunidades y la democracia sea real. El turismo tiene una enorme influencia directa e indirecta en la economía mundial. En su forma actual, los combustibles de la industria del turismo tienen unas expectativas de crecimiento por tiempo indefinido en un planeta ecológicamente precario.

Las organizaciones de la sociedad civil a lo largo y ancho del mundo acordaron luchar contra el impacto dañino del turismo, y ofrecer una perspectiva crítica de  esta industria global para unirse y organizarse más eficazmente entre ellas. Hay un inmenso potencial para crear una red de sociedades civiles a nivel global, y así sacar fuerzas de su diversidad con un fin común: una industria de turismo justa, equitativa, democrática, centrada en la gente y medioambientalmente sostenible, e incluyendo el derecho de las comunidades a vetar el desarrollo del turismo cuando los costes reales superen sus beneficios percibidos o reales.

 

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– Fuente: «Beyond Greening: reflections on tourism in the Rio-Process» (Documento completo disponible en inglés)