Muchos de los trabajos que desarrollamos en la consultora requieren del trabajo e interacción de equipos conformados por personas con profesiones y personalidades distintas. Esto representa una gran fortaleza y ventaja competitiva para nuestras propuestas, pero por otro lado no deja de ser todo un desafío.
Como en todo hecho social, las relaciones entre personas no son simples, y mucho menos en el ámbito laboral. Es por eso que, a partir de nuestras experiencias, compartimos diez claves a tener en cuenta al momento de generar equipos de trabajo y promover su interacción:
- Al momento de conformar equipos de trabajo, asegurarnos de convocar a personas con diversas miradas y enfoques sobre la temática, para enriquecer los procesos destinados a alcanzar los objetivos. La heterogeneidad en este sentido suma y permite el crecimiento del equipo en su conjunto.
- Por otro lado, debemos estar atentos a las actitudes y habilidades de cada integrante. En este sentido es importante que todos los miembros del equipo afronten las tareas asignadas con responsabilidad, compañerismo y respeto por el trabajo y tiempo empleado por los demás. Estas actitudes no son simples de encontrar, pero sin dudas son claves para alcanzar el éxito del trabajo en equipo.
- Potenciar lo mejor de cada integrante del grupo para motivarlo a aportar aquello en lo que se considera fuerte y sólido. Esto llevará a que cada uno ocupe un rol fundamental en los procesos de acuerdo a su perfil.
- Un equipo necesita de todos sus integrantes. Por eso resulta importante dejar en claro el alcance del trabajo y el tiempo que le demandará a cada uno, para que el grupo pueda permanecer tal como se lo conformó en un comienzo hasta el final del proyecto. Esto requiere del compromiso y responsabilidad tanto de los coordinadores, como de quienes asumen su participación en el trabajo asignado.
- Organizar actividades extra laborales que promuevan el conocimiento de las personas que forman parte de los equipos colabora en el fortalecimiento de los lazos entre los integrantes, y puede generar un ámbito laboral positivo. Esto es interesante en aquellos grupos en los cuales los integrantes no se conocen o bien trabajan poco tiempo de forma presencial. Se trata simplemente de humanizar los lazos laborales para generar mejor clima y optimizar los resultados.
- El trabajo en equipo se sustenta sobre un pilar fundamental e irreemplazable: La comunicación. Asegurarnos que los canales de comunicación y los mensajes sean los adecuados no es sencillo pero constituye la base de cualquier tipo de relación que se genere, sobre todo si intervienen más de dos personas. Se recomienda evitar la comunicación fraccionada con determinados integrantes del equipo, salvo que las circunstancias así lo meriten. En la actualidad existen diversas herramientas que colaboran positivamente en mejorar los procesos de comunicación y muchas de ellas han sido creadas específicamente para los ámbitos laborales.
- La generosidad es una actitud individual necesaria en el trabajo en equipo. Esto permitirá no solo articular procesos técnicos, como por ejemplo compartir información clave con un colega, sino también colaborar ante determinadas circunstancias personales con los compañeros de trabajo. Además genera un clima de confianza y reciprocidad por demás interesante.
- Buscar el consenso. Difícil? Si. Imposible? No. Dentro de las posibilidad, se busca como situación ideal, generar el consenso de los integrantes de un equipo en función de los objetivos planteados. Estos procesos e intercambios suelen ser muy ricos en cuanto a contenidos y enfoques profesionales y sin dudas son instancias positivas de trabajo que suelen llegar a buen puerto. Así también, la validación generada a través del consenso permite avanzar en futuras tareas de manera más firme y segura.
- Establecer metas claras del trabajo en equipo. A pesar de las diferencias y visiones de cada uno de los integrantes, es relevante dejar en claro hacia donde va el grupo. Esto optimizará el uso de los recursos y evitará el desgaste de las relaciones laborales y personales.
- Abordar los conflictos de manera inteligente. Nada puede garantizarnos que no se generen conflictos en un equipo de trabajo. Lo cierto es que es muy probable que en algún momento se presenten. Ante esta situación lo mejor es afrontarlo con los integrantes del equipo, generando diálogos abiertos que permitan alcanzar las soluciones adecuadas sin poner en riesgo el trabajo y el logro de los objetivos planteados.
No es fácil, pero tampoco imposible. Trabajar en equipo es una experiencia enriquecedora y recomendable en todas las organizaciones, ya que genera un valor agregado irreemplazable en cada uno de los proyectos. La sinergia de genialidades individualidades no puede llevarnos más que al éxito.
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