DDHH-turismo

Durante los últimos 10 años, la industria del turismo ha visto la necesidad de ser ecológica, hasta el punto de que ahora es la norma y no una moda o una propuesta de venta original.

Compañías aéreas, mayoristas, hoteleros y operadores turísticos, todos promocionan su faceta ecológica y sin tapujos piden a sus clientes que contribuyan a pagar su impacto ambiental. También se observa  un crecimiento en el sector del turismo de voluntariado, donde los clientes pagan por participar en proyectos en pueblos y regiones durante sus vacaciones. Sin embargo ¿qué está hacienda la industria con otro problema potencialmente más importante, el de los derechos humanos?

Muchos profesionales de la industria son miembros de la OMT (Organización Mundial del Turismo), que está promoviendo proyectos como Tourism and Poverty Alleviation” ‐ El Turismo y la Reducción de la Pobreza ‐ y “Protection of Children in Tourism” ‐ Protección de los Niños en el Turismo ‐ ) así como a otras organizaciones tales como “ECPAT Internacional” (acabar con la Prostitución Infantil, la Pornografía Infantil y el Tráfico de Niños con fines Sexuales) o el “Grey Man Project”; y sin embargo ¿cómo convierte esto la industria en acciones reales y no sólo en logotipos que aparecen en sus membretes?

En sus negociaciones ¿cuántas compañías buscan información sobre la política de derechos humanos de la otra compañía o del país/región donde operan? ¿O es que, como muchos, ignoran el tema porque es “muy difícil” y potencialmente “una amenaza para sus resultados económicos”?

Skål Internacional, cuyos más de 17.000 miembros hacen de ella la organización más grande del mundo en abarcar todos los sectores de la industria del turismo, quiere sacar a la palestra este tema y convertirlo en un asunto tan importante para la industria como lo fue hace 10 años el tema ecológico.

El Presidente de Skål Internacional, Mok Singh, afirma que como industria no podemos seguir ignorando la situación en la que se hallan hombres, mujeres y niños que, por causa de su sexo, raza o creencias religiosas se ven privados de los derechos humanos más elementales por parte de gobiernos en países donde el turismo internacional constituye una importante fuente de ingresos.

Además, sostiene que el turismo es uno de los pocos sectores en el que continúa habiendo crecimiento, y este crecimiento conlleva responsabilidad, la de asegurarse de que las personas implicadas entiendan y apoyen activamente los derechos humanos básicos. No se puede permanecer impasible y contemplar cómo nuestros clientes viajan y visitan exclusivos resorts y regiones donde los ciudadanos son oprimidos por sus gobiernos, no se respetan sus derechos humanos elementales y no participan en el funcionamiento de su sector turístico ni saben a qué se destinan sus beneficios.

Como colectivo tenemos que enfrentarnos a este delicado asunto y ser sinceros con nuestros clientes: “Si, ese es un destino maravilloso, sin embargo ¿sabe algo de su historial en cuanto al respeto y cumplimiento de los derechos humanos? Muchos contestarán: “afectará seriamente a mis finanzas”. Otros dirán: “No todos seguiremos las mismas pautas y ¡mis clientes se irán a otra parte!”.

Aunque esto pudiera ocurrir a corto plazo, no hay más que comprobar el aumento en la práctica del comercio justo en la industria alimentaria, especialmente en el sector del café, donde está emergiendo un mercado rentable y creciente, ya que muchos clientes están exigiendo que su ración diaria provenga de organizaciones que practican el comercio justo y están dispuestos a pagar más por ello.

La industria del turismo debería seguir este ejemplo y decir a sus clientes: “Sí, ése es un destino fantástico, pero debido a su historial en cuanto a los derechos humanos no lo recomendamos, pero sí nos gustaría sugerirle este destino para sus vacaciones, que se caracteriza por su respeto de los derechos humanos e implica a sus conciudadanos en todos aquellos asuntos relacionados con el desarrollo del turismo”.

Para lograr esto, la industria en su conjunto, tiene que ponerse de acuerdo sobre un código de conducta en materia de derechos humanos y, al mismo tiempo, ser un gran apoyo para aquellas iniciativas que surjan en países que quieran desarrollar mejores sistemas de derechos humanos dentro de su sector turístico y de sus fronteras.

Skål Internacional, a través de la internacionalidad de sus miembros, quiere liderar esta iniciativa, y junto con las partes interesadas y la OMT, desarrollar un código de conducta en materia de derechos humanos dentro la industria del turismo. Invita a todos sectores de la industria, ONG’s y grupos de presión de aquellos países en los que no se respetan los derechos humanos, a que den sus comentarios.

Todo esto llevará su tiempo, sin embargo a menos que se comience ahora, serán nuestros clientes los que nos abandonen y acusen a la industria de anteponer los beneficios a las personas, imagen que tardará años en limpiarse, que pondrá a la industria a la defensiva y en una situación potencial de pérdida sustancial de ingresos futuros.

Fuente:  Skal International