Para comenzar a hablar del rol que debería desempeñar la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) en el turismo es conveniente primero hacer una pequeña introducción contextual respecto a un elemento fundamental: en qué marco la RSE y el turismo deberían encontrarse.
En este contexto, las acciones de RSE deberían ser incorporadas por todos como algo natural y esencial en cualquier ámbito empresarial si pretendemos hablar de desarrollo sostenible o sustentable: “Ya no se trata de `mi éxito´ o de `mi crecimiento´ sino de `Nuestro desarrollo´, en el cual la empresa juega un rol fundamental, de la misma manera y en el mismo nivel de importancia que el entorno social y el medio ambiente que la contienen”, dice el informe.
Ahora bien ¿cómo llegamos al turismo? Cuando hablamos de RSE y turismo no hablamos de cualquier turismo, sino del “Turismo Sostenible o Sustentable”. Según la Organización Mundial del turismo (OMT), el turismo sostenible es “aquel que pretende satisfacer las necesidades de los turistas así como de los destinos turísticos, protegiendo e incrementando las oportunidades de futuro”.
Ya vemos que la RSE y el Turismo Sustentable tienen las mismas raíces, por lo tanto la RSE se puede ejercer desde dos lugares cuando hablamos de turismo sustentable. El primero es desde las propias empresas del sector turístico y el segundo desde cualquier empresa de cualquier sector productivo.
La RSE y el Turismo en el sector turístico
“Nuestro trabajo –dicen desde el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) – en el tema de la responsabilidad social en el turismo sustentable encuentra uno de sus focos alrededor del concepto de la `economía social y solidaria´, con la diferencia que la inversión en proyectos de desarrollo se hace de antemano de la comercialización del producto”.
El grupo de Turismo Sustentable invierte en las comunidades en capacitación e infraestructura para mejorar la calidad de vida de dicha colectividad, a la vez de mejorar el servicio turístico y diversificar las actividades productivas de las comunidades rurales.
El turismo solidario y justo reúne las diferentes formas de turismo alternativo que se inscriben en una lógica de desarrollo de los territorios. La implicación de las poblaciones locales en las diferentes fases del proyecto turístico, el respeto hacia las personas, las culturas y la naturaleza, y una repartición más equitativa de los recursos que genera la actividad turística; son los fundamentos de este tipo de turismo.
Estas comunidades participan de manera predominante en la evolución de estas actividades -con la posibilidad de modificarlas, de reorientarlas o detenerlas-. Ellas participan también en la gestión continua de manera significativa: limitando al máximo los intermediarios que no adhieren en los principios del turismo justo. Los beneficios sociales, culturales y financieros de las actividades deben ser redistribuidos localmente, y de manera justa entre los diferentes actores.
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Fuente: Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria – Pulso Turístico.