En ocasión de la fiesta de fin de año de Ejido, realizada el pasado 15 de diciembre, se llevó a cabo una presentación muy especial: el Malbec de Ejido Asesores de la Bodega y Viñedo Dominio de Uyata. Procedente de las históricas tierras del municipio de San Martín en la provincia de Mendoza, la mayor productora de vinos de la Argentina y una de las ocho capitales mundiales de la viticultura, el Malbec de Ejido reunió a todos los presentes en una experiencia de aroma y sabor definitivamente placenteros.
La Arquitecta Edel Kobal, coordinadora de los equipos que en 2008 y 2009 implementaron el SIGO en las provincias de Mendoza y San Juan, destinos éstos integralmente identificados con la cultura del vino, condujo la degustación del Ejido Vino y enseñó algunos sencillos y divertidos trucos para que todos podamos disfrutar de la experiencia del tasting. Edel contó también cómo se realiza una cata profesional de vino, cuáles son los pasos a seguir y las características que debe tener el catador, el espacio donde se recomienda que se efectúe la degustación, los distintos recipientes que se utilizan y el orden en que se catan los vinos (de los blancos a los rosados y luego a los tintos, dejando a los espumantes y dulces para la última etapa).
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=4pFU99b5ieA]
Así pues, al pan, pan y al vino, ¡vino! Reunidos en torno a la mesa de la celebración el equipo de profesionales, colaboradores y amigos de Ejido Asesores cató el malbec de la casa con todos los sentidos: comenzando con la vista, continuando con el olfato y cerrando, por supuesto, con el gusto. Se descubrieron entonces tonos de rojo profundo con matices violetas brillantes, olores que recordaron a la madera, a las frutas rojas y a las especies, y un sabor a vino joven terminó por invadirnos. La apuesta fue una invitación para animarse y descubrir que todos tenemos aptitudes para identificar aromas y sabores
Si se les hizo ‘agua’ la boca y quieren practicar en casa, algunos consejitos: busquen una copa alta y ancha, destapen la botella que más les guste, intrigue o tengan a mano, sirvan el vino y déjenlo reposar unos segundos para que se oxigene, luego, mírenlo en detalle, inclinen la copa sobre un papel o tela blanca y observen los destellos de colores que forman como estrellas en la superficie, hecho esto, lleven la nariz a la copa y huelan un poquito, aléjense, giren la copa con un leve movimiento abierto que permitirá que el vino empape todo el cristal (si es la primera vez que lo hacen es mejor que giren la copa sobre una superficie plana y no en el aire para que el vino no se derrame) y vuelvan a olerlo, notarán la diferencia de aromas ahora desprendidos antes ocultos, verán también las lágrimas del vino caer cual piernas de mujer por el cristal de la copa, lleven entonces el vino a la boca, suave y dulcemente, dejen que recorra el paladar, que llegue a la garganta y que los atraviese, como enamorándolos.