La semana pasada se realizó la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Naciones Unidas donde se reunió la comunidad científica para tratar el tema y ha concluido que el planeta va camino a un calentamiento global extremo que exigirá la adaptación de las especies.

Según un informe presentado por la coalición científica Global Carbon Project, las emisiones globales de dióxido de carbono (Co2) llegaron este año a un nuevo máximo histórico, al alcanzar niveles nunca antes registrados que ponen en peligro al planeta.

Según el organismo, las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) más significativos provenientes de combustibles fósiles crecieron un 2,6% en comparación con los niveles de 2011, hasta llegar a las 35.600 millones de toneladas. Las emisiones de Co2 en la atmósfera serán este año 58% mayores que en 1990, el año tomado como parámetro por el del Protocolo de Kyoto para reducir en 5,2 por ciento los gases contaminantes que provocan el cambio climático.

El estudio presentado se suma a más evidencia sobre el impacto que está teniendo la polución provocada por el hombre en el cambio climático, incluido un aumento en los niveles del mar y el derretimiento del hielo polar.

La subida del nivel de los océanos supone una amenaza particular para quienes viven en áreas a nivel del mar, desde Bangladesh a ciudades como Nueva York, Londres y Buenos Aires, ya que se incrementa el riesgo de tormentas, erosión costera y, en el peor de los escenarios, inundaciones de grandes áreas de terreno.

El influyente comité del clima de la ONU analizó que la probabilidad de que la actividad humana sea la causante del cambio climático es de «al menos el 90 por ciento» en su último informe del 2007.

El último informe del IPCC dio un amplio rango para el crecimiento de los niveles del mar, asegurando que podría incrementarse en entre 18 y 59 cm para 2100. Esos números no tuvieron en cuenta la posible aceleración del deshielo de Groenlandia y la Antártida.

El planeta se encamina a registrar aumentos de la temperatura de 4 a 6 grados centígrados para el final del siglo, de acuerdo al Centro Tyndall. La reciente investigación, que debe ser validada por otros organismos mundiales, reveló que en 2012 los mayores contribuidores de emisiones globales de Co2 fueron China, con el 28% del total del dióxido de carbono emitido a la atmósfera, Estados Unidos (16%), la Unión Europea (11%) e India (7%).

El Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (Pnue) prevé un alza de la temperatura de la Tierra de 3 a 5 grados centígrados teniendo en cuenta las promesas actuales de los Estados.

Según el informe «Climate Action Tracker» , las emisiones de gas con efecto invernadero deben «ser reducidas en 15% con relación a los niveles actuales de aquí a 2020 para estar en la trayectoria de contención del calentamiento bajo los 2C». Por lo tanto, las emisiones del gas que causa el calentamiento del planeta superan cada año nuevos récords.

En 2011, la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó 390 ppm, o sea 40% más de lo que estaba en la época preindustrial (280 ppm), subrayó la semana pasada la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Uno de los objetivos de la conferencia de Doha era firmar el segundo acto del Protocolo de Kyoto, único instrumento legalmente vinculante que compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases con efecto de invernadero (GEI), después de la expiración del primer período de compromiso, a fines de diciembre. Los 194 países reunidos en lograron después de arduas negociaciones ratificar el acuerdo, con excepción de algunos países que no han suscripto como Japón, Rusia, Canadá,  Nueva Zelanda y EEUU. Este acuerdo global debe ser firmado en 2015 para entrar en vigor en 2020.

La comunidad científica y millones de personas esperan que los ministros delegados de los 195 países participantes de la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Naciones Unidas firmen un acuerdo serio y jurídicamente vinculante para reducir los gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento de la Tierra.

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EL TURISMO Y EL CAMBIO CLIMATICO

Desde la Organización Mundial del Turismo (OMT), la respuesta del sector turístico al cambio climático será: combustibles alternativos de última generación en los aviones, comercio de derechos de emisión en el transporte aéreo, sistemas de reciclaje del agua en los cruceros y mejoras en el aislamiento de los hoteles.

A la vez que el turismo sigue creciendo, ofreciendo oportunidades económicas y puestos de trabajo a millones de personas en el mundo, sus emisiones de dióxido de carbono también se incrementan, según la OMT.

Este organismo presentó de forma oficial el documento “El turismo en la economía verde. Informe de referencia”.

Esta publicación muestra que si de aquí a 2050, en lugar de seguir como hasta ahora, se realizara una inversión de tan solo el 0,2por ciento del PIB mundial al año, el sector turístico podría seguir creciendo de manera constante en las próximas décadas, contribuyendo al crecimiento económico, la creación de empleo y el desarrollo que tanto se necesitan, y beneficiar a la vez significativamente al medio ambiente, por ejemplo con reducciones del consumo de agua (18 por ciento), del consumo energético (44 por ciento) y de las emisiones de CO2 (52 por ciento).

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Datos complementarios: Documentos finales de cada cumbre mundial – ONU.