«Los nuevos turismos y posturismos: Del turismo de masas a la emergencia de nuevos modelos de desarrollo en el Siglo XXI»
por Pere Salvá Tomás – España

La demanda del turismo de masas de sol  y playa puede sufrir una transformación dado las tendencias que propician cambios en los comportamientos de los consumidores. Estos cambios están relacionados a aspectos medioambientales y climáticos. El sol, un elemento principal motivador del turismo de  sol y playa, es cuestionado por el efecto invernadero y el agujero de ozono, que implican un aumento de temperatura y mayor riesgo de cáncer. La playa es degradada por la congestión del turismo de masas. Actualmente el turista se inclina a que sus vacaciones sean momentos de desarrollo personal. El turismo de sol y playa se desarrolla en destinos maduros como por ejemplo Acapulco.

Las tendencias de las prácticas turísticas en el siglo XXI se van decantando hacia la sofisticación a través de productos turísticos de calidad con valor añadido. Este hecho supone un incremento de la demanda de productos especializados, lo que implica un proceso de especialización, que conlleva a la segmentación de los mercados turísticos. Estos productos deben tener en cuenta la satisfacción del consumidor, hecho por el que deben revalorizarse por medio de procesos de seducción para continuar ejerciendo una importante atracción turística. No solo deben seducir, sino fidelizar. La competitividad a escala global, la constante búsqueda de innovación y la necesidad de diferenciación impulsa a la segmentación del mercado turístico implicando la aparición de diversidad y multiplicidad de productos turísticos.  Son las nuevas ¨S¨: sofisticación y seducción.

La lentitud como antítesis de la rapidez a nivel turístico, el slow travel. El viajar y parar con el ritmo de vida cotidiano. Este tipo de turismo se distingue por varios principios:

  • el control del tiempo.
  • la búsqueda de lugares particulares, el sentido de lugar y conocer el destino en profundidad.
  • la participación de los actores intervinientes: relación con la comunidad.
  • la valorización de los aspectos socioculturales, medioambientales y económicos:  adaptación a los lugares como si se fuese un residente.

La tendencia denominada ¨antiturismo¨ se describe como personas que no quieren seguir con el turismo de masas, y consideran a este como turismo convencional.  La posición antiturística considera que la la industria turística convencional explota y destruye las culturas locales a cambio de ofrecer experiencias superficiales. En consecuencia, los defensores del antiturismo mantienen una posición en términos de consumo como un modo de mantener o adquirir ¨capital cultural¨ con el que pueden distinguirse socialmente. Los turistas se apresuran para practicar y conseguir aquellas formas de turismo mejor valoradas para diferenciarse del turismo convencional, devaluado para estos.

El turismo se ha convertido de esta manera en un comportamiento esencial de luchas de clases propias de las sociedades occidentales contemporáneas, especialmente de  las clases medias. En este caso, se destacan las actitudes y prácticas entre los visitantes de destinos mediterráneos que no quieren ser considerados turistas alejándose de las actividades de masas. Hoy en día se da la coexistencia del turismo de masas y el turismo de nichos. 

A continuación podrás escuchar la conferencia completa, donde se desarrollan más tendencias y modelos de desarrollo del siglo XXI:

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