En Todmorden, Gran Bretaña, los vecinos plantan verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Cuando llega la hora de la cosecha, todo el mundo puede servirse gratis. Esta revolución hortícola y comunitaria se denomina Incredible Edible (Increíble Comestible).
Cuando uno llega en tren a Todmorden lo primero que encuentra al salir de la estación, es un suculento mapa de todos los cultivos que se tienen a mano con la consigna en inglés: “Help yourself!” (“¡Sírvase usted mismo!”).
Se plantan a discreción verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Se forma una red de 280 voluntarios que se turnan y se dedican dos mañanas al mes a cuidar de los cultivos. Y todo el mundo (incluidos los turistas) pueden servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha.
Esuna auténtica revolución de la agricultura urbana. Cuenta con una red de 200 grupos repartidos por todo el planeta: de España a Australia, de Mali a Burkina Faso. El pueblo grande de 15.000 almas, se encuentra a veinte kilómetros de Manchester y la revolución es impulsada en su mayoría por mujeres.
Se planta maíz dulce, cebollas japonesas, hierbas medicinales, tomates, coles, acelgas, entre otras especies, la lista es larguísima; y de ese modo el pueblo no sólo se autoabastece gratuitamente a lo largo del año, sino que encima hay un sobrante con el que se organiza la gran fiesta anual de la cosecha, hasta la que ha descendido, en cierta ocasión, el mismísimo Príncipe Carlos.
El consumo de productos locales ha aumentado con el pasar del tiempo, y los comercios que al principio actuaban con recelo ahora quieren ser “increíbles y comestibles”, dado que la peculiaridad del pueblo atrae a turistas, y además ha disminuido la criminalidad y el vandalismo.
Todmorden era un pueblo sin nada especial, como cualquier otro, abatido por la crisis y por el desempleo. Con esta iniciativa se ha logrado reverdecer las calles, y poner a cultivar a todos. Lo más importante fue la reactivación del poder de la comunidad.
Fuente: La Bio Guía