No sé si a ustedes les pasa lo mismo, pero durante los vuelos siempre paso frío, o me ahogo de calor. El pequeño chorro de aire frío que nos congela la cabeza se suma al ambiente “fresco” del resto del avión. Sin embargo, otros pasan calor durante todo el viaje. Parece que estas diferencias podrían salvarse en el futuro con un asiento que permitirá adecuar la temperatura para cada pasajero creando su propio “microclima” personal.
La temperatura de la cabina de pasajeros está regulada durante el trayecto pero el sistema de circulación de aire no parece estar en funcionamiento hasta que las puertas se cierran y comienza el vuelo. Hasta ese momento solemos sentir calor y luego utilizamos las mantas para sobrevivir a la climatización en un vuelo largo o viajar abrigo puesto en un vuelo corto (aún en verano).
Los investigadores alemanes del Instituto Fraunhopfer están trabajando en un asiento de avión que permita regular ciertas variables que permitan adecuar tu espacio de viaje a tus preferencias. Los controles de humificación, purificador de aire y ventiladores estarían integrados en el diseño del asiento para que cada pasajero pueda adaptarlos a sus gustos y necesidades. Supongo que los primeros en tener ese privilegio serán los pasajeros de Primera Clase, ya que dudo que lleguemos a ver próximamente que todos los asientos tengan esas características.
Este instituto alemán de física aplicada, trabaja sobre muchos aspectos del transporte aéreo. Hace poco publicaban un informe sobre cómo se modifican los sabores con respecto a la altitud, por lo que aprendimos algo más sobre por qué la comida a bordo generalmente es desabrida.
Aquí un vídeo sobre el tema (en inglés).
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Fuente: Mashable y Diario del Viajero